Todos los equipos que funcionan gracias a la energía eléctrica, implican ciertos riesgos. Esta no es la excepción de las balanzas electrónicas. Aunque, los peligros para la integridad de los operadores son prácticamente nulos, siempre es recomendable seguir las precauciones en el uso de balanzas para evitar algún desperfecto o mal uso.
Proceso de instalación de la balanza
Cuando se quiere empezar a utilizar un equipo, lo primero a lo que se debe proceder es a la instalación. Este paso es crucial para el buen desempeño de equipo. En el caso de las balanzas eléctricas, el paso inicial es hacer la conexión del cable a tierra. De esa manera, se reduce significativamente el riesgo de descarga eléctrica.
Asimismo, una precaución básica es, jamás, manipular los cables con las manos mojadas, especialmente el de la alimentación eléctrica principal. A propósito, el lugar donde se conecta el cable con el aparato, no está aislado; así que debe mantenerse seco.
Una de las precauciones en el uso de balanzas que es la más sencilla de suponer es la prohibición de instalarlas bajo el agua o en zonas de fácil inundación. En cambio, no es bien sabido que está prohibido ubicar estos equipos cerca de lugares con gases inflamables o corrosivos.
Un principio básico para cualquier electrodoméstico consiste en no jalar los cables con fuerza. Tampoco se los debe doblar o lanzar con gran fuerza. Estos hacen que se puedan quebrar sus filamentos internos.
Precauciones en el uso de balanzas
Es recomendable hacer una verificación periódica de los valores que arroja la balanza. Puede utilizar un producto envasado, donde el peso sea especifico y asegurarse que el resultado del pesaje sea el mismo en su propio equipo. Caso contrario, debe proceder a recalibrar la balanza.
Cada vez que cambie de lugar alguno de estos equipos, debe realizar un nuevo proceso de calibración. También, debe seguir ese paso cuando haya sufrido un movimiento abrupto. Para ser más exactos, antes de cada operación de pesaje, presione la tecla TARE o ZERO.
Algunas de las prácticas comunes están desaconsejadas, si es que se tiene interés en la integridad del equipo y de los operadores. No se deben colocar objetos que sobrepasen la capacidad establecida de las balanzas electrónicas.
Otra costumbre peligrosa consiste en usar objetos afilados para presionar los botones. Los lápices y bolígrafos pueden dañar el material que recubre a los pulsadores y llegar a perforarlos.
Cuidados para el almacenaje de balanzas
Cuando se va a prescindir del uso de un equipo durante un tiempo, se debe proceder a guardarlo limpio, aunque no es necesario desmontarlo. No se recomienda usar disolventes fuertes para limpiar las balanzas eléctricas.
Es mejor utilizar paños humedecidos con agua caliente y algún tipo de detergente suave. Para la base, puede usarse un poco de agua corriente y un cepillo. Antes del almacenaje definitivo se tiene que secar muy bien, cada parte de la báscula. Si sigue estas precauciones en el uso de balanzas, tendrá equipos que funcionen por años.
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