Hay una duda que es muy común en el público. ¿Es igual un procesador de alimentos y una licuadora? La respuesta a esta interrogante es un rotundo ¡NO! Aunque ambos aparatos tienen la función de triturar y desmenuzar alimentos, existen singularidades en cada uno de ellos.
Este artículo es elaborado para evitar la confusión entre las máquinas procesadoras de alimentos y otros equipos como las licuadoras industriales. Los empresarios del rubro de alimentos deben conocer esta información. Así, podrán tomar una buena decisión de compra en el momento que lo necesiten.
Características comunes de un procesador de alimentos y una licuadora
Ambos aparatos tienen un motor diseñado para dar muchas revoluciones por minuto. Toda la potencia de los generadores se transmite a un aspa compuesta por cuchillas. La rotación de estos accesorios es lo que desmenuza los alimentos.
Tanto las máquinas procesadoras de alimentos como las licuadoras industriales disponen de un vaso o contenedor. En ambos recipientes se introducen los elementos que se desea triturar. Una vez que se pone en funcionamiento los aparatos, se requiere de unos pocos minutos para tener los productos en el punto exacto.
Ambos equipos son necesarios en restaurantes, hoteles, juguerías, cafeterías y muchos otros locales donde se preparan comidas. Sin un procesador de alimentos y una licuadora sería imposible obtener jugos, batidos, cremas, etc. o esos platillos tomarían demasiado tiempo en ser preparados.
Diferencias entre las licuadoras y los procesadores
Una distinción entre ambos equipos es la forma en que están diseñados sus contenedores. La licuadora dispone de un vaso alto con una pequeña base, mientras el procesador tiene un recipiente mucho más ancho y bajo. Esto se debe a que el primero debe conducir los alimentos hacia el aspa, pero el segundo necesita de más área para picar.
Otra diferencia entre ambas piezas de maquinaria es la potencia de su motor. Este es un aspecto que no se toma mucho en cuenta, especialmente, entre las licuadoras industriales y las máquinas procesadoras de alimentos. Sin embargo, los segundos están diseñados con la fuerza necesaria para rallar hasta quesos duros como el parmesano. No se puede hacer lo mismo con una licuadora sin descomponerla.
Finalmente, llegamos a la mayor divergencia entre un procesador de alimentos y una licuadora. El primer equipo aquí nombrado, tiene la capacidad de usar diferentes cuchillas para obtener cortes distintos. Se pueden lograr cubos, rodajas perfectas, tiras y mucho más. Por otro lado, las licuadoras solo se encargan de moler productos acuosos hasta obtener una consistencia pareja.
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