El origen de las balanzas comerciales data de, aproximadamente, 3500 años antes de Cristo. Por aquellas épocas, las actividades mercantiles se constituían como una de las labores más importantes de la sociedad. Un base a sus necesidades es que se crea un aparato para medir la masa.
Primeras balanzas comerciales
Los primeros instrumentos de medición del peso vieron la luz a las orillas del Río Nilo, en Egipto. El primer prototipo se asemejaba a una balanza de platillos, pero mucho más rudimentaria. Se empezó con una especie de cruz conformada por dos varas que se ataban con cuerdas. En los extremos de la columna se amarraban los platos.
Con el tiempo se fue perfeccionando este invento hasta agregar una plomada, para verificar la nivelación de la barra horizontal. Luego se implementó una aguja que indicaba el punto exacto de equilibrio entre los platos. Y así, se fue perfeccionando.
Todos, alguna vez, hemos visto la típica balanza que tiene un gancho en el cual se tiene que colocar el producto a pesar. Ese tipo de balanza es llamada “romana” hasta la actualidad, justamente, porque esa civilización fue la responsable de su invención.
Evolución de las balanzas
Durante varios siglos y desde el origen de las balanzas comerciales, estas fueron máquinas sencillas. Los dos ejemplos anteriores estaban basados en sistemas de contrapesos que tuvieron pequeñas mejoras. Se cree que Dan Vinci ideó el primer sistema de pesaje con escalas.
No fue hasta la época de la Revolución Industrial, que surgió la báscula de resortes. Este instrumento de medición analógico es usado hasta la actualidad, aunque se ha mejorado su exactitud, hasta tener un margen de error de un centésimo de gramo. Sin embargo, su precisión depende de que el objeto pesado este colocado exactamente en el centro de la plataforma.
Balanzas comerciales electrónicas
El origen de las balanzas comerciales electrónicas está en las necesidades de los procesos industriales de gran exactitud. Su margen de error es casi inexistente, aproximadamente, una de 5000 partes de un gramo. Además, se puede encontrar este sistema en diversos modelos de balanzas comerciales. Por ejemplo, basculas de plataforma, de suelo, de sobremesa y otras más.
La parte más importante de los aparatos de pesaje electrónica es la celda de carga. Esta pieza esta conectada a diversos mecanismos de transferencia de tensión. Con la acción conjunta de ambos mecanismos, se corrige la distribución desequilibrada del peso. Luego, la celda de carga transmite una señal eléctrica equivalente al peso.
Finalmente, los circuitos de las balanzas electrónicas descifrar la frecuencia del voltaje y la traducen en números. Así, es como vemos el resultado que puede ser leído con sencillez. Además, estos aparatos incluyen otras funciones como la detección de estabilidad, la tara y el redondeo de resultados.
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